
Cuando comienza el nuevo curso, es inevitable, la información se traslada de curso en curso hacia los nuevos profesores. Incluso al cambiar de etapa se han hecho unas reuniones previas para conocer antes a los alumnos, y desgraciadamente, muchas veces para mantenerles sus etiquetas. Hoy hablamos del Efecto Pigmalión.
Tener unas expectativas sobre un grupo afecta directamente al comportamiento del grupo. Inconscientemente tratamos diferente al grupo dependiendo de lo que previamente pensamos de ellos.
Lo tengo comprobado, curso tras curso hay patrones que se repiten. A veces es como una carrera por mostrarse como el profesor más observador y entonces comienzan a intercambiarse información. Es curioso, pero al principio las opiniones de un mismo alumno por diferentes profesores pueden ser muy dispares, sin embargo, pasados unos meses suele haber bastante unanimidad.
La tentación es grande cuando otro profesor va a contarte algo sobre tal clase o x alumno. La información que más rápido se propaga es la negativa, como en cualquier otro ámbito. «Ten cuidado con este»… Cuando me van a explicar como es cierta clase de alumnos, rápidamente les freno, les digo: «Prefiero ir conociéndoles yo mismo». Según quien sea le hablo del Efecto Pigmalión y de la profecía autocumplida.
Si vas a conocer a un grupo, da igual si eres o no profesor, prueba a pensar inicialmente que son un buen grupo. Verás como acertarás más veces que si pensases lo contrario.
En unos estudios que imparto, suele haber un perfil bastante complicado de alumnos. 16 años y con una casuística bastante peculiar. Los primeros cursos fueron duros, todos me decían lo malos que eran; y tenían razón. Ahora, el primer día les explico lo buenos que eran los alumnos del año anterior (y es verdad), lo contento que estoy por darles clase y que estoy seguro de que aprenderemos y nos lo pasaremos genial. Te puedes imaginar que ahora me va mucho mejor con ellos.
Os dejo un vídeo muy interesante que habla del experimento sobre el Efecto Pigmalión que llevaron a cabo Rosenthal y Jacobson en los años 60 en California:
Cuando trabajas con un equipo de personas tienes una responsabilidad muy grande, tus palabras van a marcar en cierto modo su camino.
Te invito a probarlo por ti mismo. Ten buenas expectativas y si algo sale mal recondúcelo de forma que no se mermen esas expectativas.
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