
Esta entrada va dirigida a aquellas personas que ya están siguiendo un entrenamiento mental, o que se han propuesto seriamente comenzar a seguir alguno.
Todos hemos oído hablar de diferentes tipos de entrenamientos mentales, o de diversas actividades que pueden llegar a mejorar nuestro funcionamiento cerebral, o nuestras capacidades intelectuales, pero unas preguntas interesantes podrían ser las siguientes: ¿Cuáles son las características que convierten una actividad o un ejercicio en un entrenamiento mental? ¿Y qué exigencias debe tener un buen entrenamiento para producir buenos resultados en el menor tiempo posible?
Bueno principalmente una actividad se puede considerar de algún modo un entrenamiento mental en cuanto dicha actividad se realiza con frecuencia, disciplina y va dirigida a la mejora de nuestras capacidades cognitivas básicas. Por supuesto muchas actividades cumplen estos requisitos y no las consideramos entrenamientos mentales (aunque esto podría ser un error). Y además, y por otro lado algunas actividades que creemos que producen buenos resultados y nos hacen progresas mentalmente, nos proporcionan mejoras demasiado concretas y poco generalizables, de modo que prácticamente solo mejoramos nuestra habilidad en la ejecución de la tarea o actividad concreta que estamos entrenando.
Si realmente queremos mejorar nuestras capacidades de manera que nuestro funcionamiento mental general sea mayor, necesitamos que el entrenamiento tenga cumpla ciertos requisitos como:
1º Debe ir dirigido al entrenamiento de las capacidades cognitivas básicas. En los entrenamientos conviene que mejoremos nuestras habilidades cognitivas, porque nos permite una posible generalización del entrenamiento a otros campos de acción fuera del entrenamiento. Esto quiere decir que si entrenamos únicamente estrategias meta-cognitivas complejas y técnicas pero no nos enfocamos en entrenar nuestras habilidades básicas, probablemente mejoremos nuestra ejecución de la tarea entrenada, pero las mejoras no sean extrapolables a otros terrenos o campos intelectuales o psicológicos. Algunas de las básicas que conviene entrenar podrían ser: Atención Sostenida, Velocidad de Procesamiento Mental, Memoria a Corto Plazo, Memoria No Verbal, Memoria de Trabajo, Denominación, Capacidad de inhibición, Planificación Estratégica, Retentiva Visual, Atención Dividida, Tiempo de Respuesta…
2º Debe producir mejoras en la máxima cantidad de habilidades cognitivas posibles. Cuanto más específico sea el entrenamiento, menos generalizables serán los beneficios a otras habilidades mentales, por lo tanto conviene que intervengan en la práctica diversas capacidades básicas.
3º No debe ser demasiado repetitivo, debe dejar cierto margen de acción a la creatividad y a la flexibilidad conductual. Con esto me refiero a que el ejercicio no se base en automatizar respuestas demasiado básicas e idénticas (a no ser que estemos hablando de trabajos para mejorar nuestro tiempo de respuesta), porque si la actividad es muy repetitiva, nuestro avance se estancará rápidamente, y el entrenamiento será muy poco eficaz. Con el objetivo de que nuestro cerebro no se sobre-adapte a la tarea debemos incluir variaciones en la ejecución, o progresar en la velocidad de resolución de la tarea.
Un ejemplo que nos puede hacer comprender mejor esto, puede ser el de un entrenamiento con el cubo de rubik (Speed Cub). Para la resolución del cubo podemos seguir diferentes algoritmos y estrategias (por lo que deja lugar a la creatividad y a la mejora de diversas capacidades relacionadas con la memoria de trabajo, coordinación, planificación estratégica…), y normalmente vamos a trabajar a nuestra máxima velocidad, por lo que nuestra mente se esforzará en mejorar la velocidad de procesamiento para encontrar las mejores estrategias y los movimientos adecuados.
4º Debemos exigirnos una mejora constante. Lo ideal es que el entrenamiento produzca un avance constante añadiendo nuevos aprendizajes o mejorando el rendimiento en la tarea. Por lo tanto debemos escoger entrenamientos que nos permitan avanzar y aprender durante mucho tiempo, ricos en técnicas y exigentes. Esto es fundamental para que la práctica no termine amortiguando nuestro progreso hasta reducirlo al mínimo, como consecuencia de una excesiva adaptación.
5º No debe resultarnos demasiado fácil. Nuestro cerebro tiene una gran capacidad de adaptación, y es capaz de optimizar nuestros recursos mentales al máximo, y es precisamente por este motivo por el cual conviene que trabajemos siempre con cierta sensación de dificultad. Si durante el entreno estamos demasiado cómodos nuestro progreso psicológico puede que sea muy leve o prácticamente inexistente.
Por otro lado tenemos que tener en cuenta que un buen entrenamiento mental debe tener ciertas características como pueden ser:
1º Debe exigirnos una mejora en las técnicas o estrategias meta-cognitivas. Esto quiere decir que debe darnos buenas herramientas y técnicas para mejorar nuestro rendimiento en las tareas entrenadas, pero que además a ser posible podamos utilizarlas fuera del entrenamiento.
Un ejemplo podríamos encontrarlo en el mundo de la memorización (un mundillo que conozco de cerca). Los memorizadores empleamos técnicas como los casilleros o los palacios de la memoria, que nos sirven para memorizar números, cartas, figuras, colores, nombres y caras, palabras… tanto en pruebas rápidas como en pruebas de fondo o semi-fondo. Pero lo aprendido y aplicado durante los entrenamientos nos sirve para memorizar muchos tipos de materiales diferentes, por ejemplo podemos usar las técnicas aplicadas a los idiomas, al estudio, incluso a la mejora de la lectura….
2ª Debe estar adaptado a nuestro nivel de ejecución. Para que nuestro progreso sea óptimo el entrenamiento debe adaptar su dificultad, de manera que siempre nos resulte difícil realizar la tarea o actividad, pero que no nos produzca frustración por ser excesivamente complicada, o prácticamente imposible. Aquí muchos solemos meter la pata normalmente… En algunos entrenamientos nos gusta trabajar con excesiva comodidad, o por el contrario nos enfrentamos a dificultades o niveles de entreno para los que no estamos preparados (con el objetivo de producir mejoras rápidas, sin embargo esto es contraproducente).
3º A ser posible debe exigirnos velocidad durante la ejecución de la tarea o actividad. Debemos tener en cuenta que estamos hablando de un entrenamiento mental, por lo tanto no solo es positivo saber realizar una tarea con técnica, precisión, y eficacia, también puede ser interesante trabajar y practicar a mayor velocidad con el tiempo. En algunas disciplinas esto es algo totalmente normal, buscado y entrenado a conciencia en cada entreno. Sin embargo en algunas disciplinas como el ajedrez no es difícil encontrar a muchos practicantes con un muy buen nivel estratégico y con un juego muy eficaz, pero que rechazan tajantemente practicar contra reloj. Es cierto que nuestra eficacia puede verse mermada cuando intentamos trabajar a cierta velocidad pero si hablamos en términos de entrenamiento mental, precisamente lo que buscamos es trabajar con cierta incomodidad y dificultad, pero que nuestra mejora sea constante y progresiva.
Después de esta información te dejo algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de comenzar, o mantener tu entrenamiento mental:
Trabaja con las mejores herramientas y técnicas que existan (no con las que más cómodo te sientas, con las más eficaces y efectivas). A largo plazo esto es importantísimo. Fíjate en cuáles son las técnicas que más se usan en competición, no solo el mejor del mundo (que puede tener una predisposición especial) sino los mejores competidores actuales.
Mantente actualizado. Busca información sobre nuevas técnicas, nuevos competidores, nuevas disciplinas, nuevos softwares de entrenamiento…
Trabaja especialmente tus puntos débiles. Solemos trabajar a disgusto los ejercicios que peor se nos dan, pero precisamente deben ser los que más trabajemos. Transforma tus puntos débiles en puntos fuertes, no subestimes el poder del entrenamiento.
Ten siempre en mente un reto u objetivo que puedas alcanzar, pero que aún no hayas logrado. No es bueno trabajar sin objetivos, ni tampoco tener objetivos demasiado ambiciosos (porque podemos frustrarnos si no los conseguimos).
Trabaja a contra reloj. Aprende a pulir las técnicas que empleas, y comienza a usarlas con mayor facilidad cada vez a mayores velocidades. Aunque te resulte incómodo, a largo plazo los resultados a nivel neuropsicológico merecen la pena.
Se científico y crítico con lo que haces. Aprende también a buscar buena información, que esté bien contrastada, y haya un respaldo científico de los datos. Conoce a investigadores como Shlomo Breznitz o Michael Merzenich que son especialistas en el campo de las mejoras intelectuales y del desarrollo de las capacidades cognitivas básicas.
Si lo que quieres es progresar hasta llegar a un nivel de competición, en cuento factores importantes también fuera del entrenamiento. Infórmate sobre la dieta más sana y óptima para mejorar tu rendimiento, mantén unos hábitos de sueño saludables, entrena en las mejores horas del día, conoce gente del mundillo de la competición o de la disciplina que prácticas, con la que intercambiar información (no tengas miedo a compartir tus rutinas, ni tus propias técnicas…).
Ten un modelo a seguir. Muchos de nosotros aprendemos a través de entrenamientos auto-guiados, pero te aconsejo que intentes realizar algún tipo de formación para poder mantener contacto con alguno de los grandes maestros de la disciplina. Es bueno tener referentes y admirar a otros que son mejores que tú (esto te hace mantenerte humilde, pero también motivado al ver lo que algunos llegan a conseguir).
Registra tus avances, y contrasta tu rendimiento con otras variables. Se ordenado y registra tu funcionamiento en el entreno en relación a variables como si entrenas por la mañana o por la tarde, si usas una técnica u otra, si has hecho una actividad previa que pueda repercutir en tu rendimiento… Si registras todos estos datos, o al menos alguno de ellos, a largo plazo te darás cuenta de qué variables mejoran tu rendimiento y cuales lo disminuyen, al contrastar los datos.
Ten encuentra que la motivación viene y va, y que lo importante no es estar motivado sino actuar como si lo estuvieses. Si piensas de esta manera los resultados acabarán llegando y la motivación también. Ten en cuenta que la motivación hace el hábito, y el hábito hace la motivación….
Si ya estás entrenando espero que te haya resultado interesante esta información, o que te sea útil de algún modo, y si aún no estas entrenando, me gustaría que te sirva como una pequeña guía o como un empujón para que te pongas a ello. Comienza ya a aplicar lo mucho o poco que hayas aprendido, merece la pena….
Muy interesante el articulo. Como todos los que he leido en este portal…precisos…rigurosos y muy amenos. Muchas gracias por compartir. Recien me estoy organizando para poner un poco de método y estoy empezando con el tema de la lectura ràpida. (curso definitivo de lectura rápida) y con el casillero inicial (100 casillas que ya tengo memorizado, aunque me falta mucha velocidad, ya que aun no me puedo plantear speed memory para entrenar) pero almenos ya tengo el habito que abro el TSR cada dia para hacer los ejercicios. Ya llevo cuatro jornadas. Gracias y espero algun dia estar sino con vuestro nivel, que sea almenos próximo. Un saludo y gracias por compartir!!!
Muchas gracias a ti también Angel.
Sigue entrenando con ilusión y llegarás lejos, estoy seguro.
Un saludo y gracias!!